sábado, 22 de agosto de 2009

EL PROBLEMA DE LA DESTRUCCION DE LAS CULTURAS INDIAS




Los tratadistas eclesiásticos españoles señalaron las manifestaciones musicales originales del nuevo mundo como "idolátricas " estas se vieron sometidas, a transformarse, mezclarse, esconderse o peor aún a ser exterminadas.



Todo pensamiento o costumbre que era considerada como peligrosa por las autoridades religiosa se les daba el aprestamiento para la actuación en contra de esta música, aunque no se fijaban en esta misma, sino en lo que para ellos era profano, como la presencia de mujeres, las imitaciones de animales y el tráfico de bebidas alcohólicas.



Una causa real y en el fondo eficaz de la aparición de los usos musicales de los nativos, fue la fascinación por la órbita de la civilización dominante, esto se llevo acabo en un porcentaje muy grande por medio de la enseñanza y no de la coacción.



La actitud de los religiosos no permitio la transcripción de los sonidos indeterminados de ciertas percusiones indígenas teniendo en cuenta que estos instrumentos eran ajenos al arte sacro europeo del momento y eran utilizados en la milicia y en algunas manifestaciones seculares o los movimientos y guturalidades en la emisión de un canto.

MUSICALIDAD DE LOS INDIOS



Previa a toda valoración estética, se reconoce en las fuentes un acuerdo casi general por lo que parece ser un hecho incontrovertible: la musicalidad natural de los habitantes del Nuevo Mundo.



-Con relación a los indios de lo que es ya el virreinato de Perú, Calancha y Torres, dan fé de que guardan esta cualidad:




"El mas sazonado gusto para ellos, si no hay instrumento de música es enfado; la fiesta mas deleitosa es para un músico, si no se canta, de tormento..."



El autor jesuita Francisco Clavijero da ejemplo de su dogmatismo frente a la inferioridad, a gran distancia, de la música azteca con respecto a sus artes restantes:



" Aun mas imperfecta que su poesía era su música. no tenían instrumento alguno de cuerda; toda su música se reducía al huehuetl, al teponaztli, a bocinas, a caracoles marinos y a ciertas flautillas que mas servían para silbar que para otra cosa... El canto era duro y molesto a los oídos europeos pero ellos percibirían tanto placer, que pasaban a veces en sus fiestas cantando todo el día."



Lamentablemente, este comentario ha funcionado durante mucho tiempo como la opinión oficial sobre la música precolombina.



La incapacidad del testigo europeo para informar con mente abierta sobre las técnicas musicales indígenas que encuentra ingenuas o torpes, la que provoca frases como las siguientes, escritas sobre los ejecutantes incas a mediados del siglo XVII:



-" Tenia para ello muchos instrumentos músicos, los cuales nunca tocaban si no en bailes y borracheras, y todos hacían el son un poco suave, y menos artificioso, pues cualquiera que se pone a tocarlos a la primera lección queda maestro."



Se llega a negar, por lo tanto, la condición misma de música a un objeto sonoro tan dispar si bien dispone, de fuentes mas flexibles, Lopez de Gomara, aunque no puede evitar la comparación del canto azteca con la refinada polifonía del otro lado del atlántico discierne algunas de sus cualidades:



-"Estos dos atables (huehuetl y teponaztli) concertados con voces, aunque ya no las hay buenas, suenan mucho y no mal. Cantan cantares, regocijados y graciosos o algún romance en loor de sus reyes pasados recontando en ellos guerras, victorias, hazañas y cosas tales, y esto va todo en copla por sus consonantes que suenan bien y placen."



Entre las opiniones acerca de la música de los nativos Suarez Peralta lanza un fuerte comentario enfrentándose a las distintas opiniones:



-" Hace cierto son que es muy melancólico y no suave. Al fin cosa que es para honra y memoria del demonio. y tañéndole, al mismo son están bailando y cantando los indios a su modo, y las letras son antiguallas, todas hechas del demonio..."



Pero en conclusión se encuentran autores que defienden los usos musicales indios, no solo por consiguiente su capacidad natural para practicar la musica a la europea -como hacia Valdes-, sino el valor de ese arte con todas sus peculiaridades y diferencias.

Esta información ha sido extraída del libro "La musica precolombina: Un debate cultural despues de 1492" del escritor crítico musical Enrique Miura.